Prevención de Cáncer Cervicouterino

Prevención de Cáncer Cervicouterino

El cáncer de cuello uterino es el cáncer femenino más fácil de prevenir con pruebas de detección periódicas y seguimiento de los resultados de dos pruebas que pueden ayudar a prevenir o detectar el cáncer de cuello uterino en las etapas iniciales son

• La prueba de Papanicolaou (o citología vaginal) que identifica los precánceres, cambios en las células del cuello uterino que pueden convertirse en cáncer si no se tratan en forma adecuada.

• La prueba del Virus del Papiloma Humano (VPH) que identifica el virus que puede causar este tipo de cambios celulares.

La prueba de Papanicolaou se recomienda para todas las mujeres y se puede realizar en el consultorio del médico o en una clínica. Durante la prueba, el médico utiliza un instrumento de plástico o metal denominado espéculo para ensanchar la vagina. Esto permite que el médico examine la vagina y el cuello uterino, y tome una muestra de células y moco del cuello uterino y la zona circundante. Las células se colocan en un portaobjetos o en una botella de líquido y se envían al laboratorio para su análisis. En el laboratorio se examinan para determinar si son normales, es decir, no presentan alguna alteración.

Si se realiza la prueba de detección del VPH además de la prueba de Papanicolaou, la muestra de células recolectada durante esta última se examinará en el laboratorio para identificar el VPH.

Cuando el médico realice la prueba de Papanicolaou, puede ser que también lleve a cabo una exploración ginecológica para examinar el útero, los ovarios y otros órganos con el fin de identificar cualquier problema. En algunas ocasiones, el médico podría llevar a cabo la exploración ginecológica sin practicar la prueba de Papanicolaou.

¿Cuándo realizarse la prueba?

Se recomienda hacerse la prueba de Papanicolaou con regularidad desde los 21 años. Es una de las pruebas de detección de cáncer más eficaces y confiables para detectar el cáncer de cuello uterino.

El Papanicolau no identifica cánceres de ovario, útero, vagina o vulva; por lo tanto, aunque se haga la prueba habitualmente, si existe cualquier signo o síntoma que no se considere normal es importante acudir al médico.

Después de los 30 años, la paciente puede escoger si quiere hacerse la prueba del VPH junto con la de Papanicolaou. Puede hacerse ambas pruebas al mismo tiempo, A esto hacen las se le denomina: pruebas de detección conjuntas. Si sus resultados son normales, tiene muy poca probabilidad de contraer cáncer de cuello uterino en los próximos años. De todas formas, usted debe acudir al médico para realizarse un control de rutina.

Entre los 21 y 65 años de edad, es importante realizarse las pruebas de Papanicolaou según indique el médico. El médico puede decir que una mujer no necesita hacerse una prueba de Papanicolaou si se presenta alguna de las siguientes situaciones:

• Mujer mayor de 65 años y ha tenido resultados normales de la prueba de Papanicolaou durante varios años.
• Se ha extirpado el cuello uterino como parte de una histerectomía completa por una afección no cancerosa, como fibroma uterino.

¿Cómo prepararse para la prueba de Papanicolaou?

Es importante programar la prueba de Papanicolaou para cuando no se esté menstruando, y seguir algunas indicaciones:

• No realizar lavados vaginales. Antes de realizar la prueba
• No utilizar tampones. Antes de realizar la prueba
• No tener relaciones sexuales. Antes de realizar la prueba
• No usar productos anticonceptivos vaginales como espumas, cremas o geles. Antes de realizar la prueba
• No aplicar medicamentos o cremas en la vagina. Antes de realizar la prueba

Resultados de las pruebas de Papanicolaou


Los resultados de la prueba de Papanicolaou pueden tardar hasta tres semanas. Si la prueba indica resultados anormales, el médico tiene la obligación de comunicarse con la paciente para determinar la mejor forma de dar un seguimiento. Los resultados de la prueba de Papanicolaou pueden ser anormales debido a varios factores y esto no quiere decir que la paciente tiene cáncer.

Si el resultado de la prueba indica la presencia de células anormales que pueden convertirse en cáncer, el médico informará si se necesita un tratamiento. En la mayoría de los casos, el tratamiento evita que las células se tornen cancerosas.